La palabra canción proviene del término cantar, o sea que, una canción es una pieza musical creada para cantar. Por lo tanto, debe existir una letra.
De lo contrario, estaríamos hablando de música instrumental.
Para muchos, una canción es la posibilidad de trasmitir algo. Así como hay personas que se expresan a través de la pintura, otras de la escritura, otras de la poesía, muchos de nosotros hemos elegido hacerlo a través de las canciones, a través de letras que se funden con una melodía y que algún otro o nosotros mismos, daremos vida a través del canto y la interpretación.
Por lo general una canción dura unos 3 minutos, pero en realidad la duración es lo que menos importa, siempre y cuando esté justificada. ¿A qué me refiero con que esté justificada? Si la emoción que se trasmite es muy intensa, es probable que la canción sea corta. Las canciones de punk rara vez pasan los 3 minutos, pero no es casualidad y tampoco tiene que ver con que el punk sea un género “fácil”. Una banda que admiro mucho de este género son los Ramones. Sus canciones son muy honestas, nos guste o no su contenido, por lo tanto sus melodías tienen una carga emotiva muy intensa que nos llegan a causar euforia. Si fueran más largas, terminarían arruinando esa sensación que nos dejan de “me hubiera gustado un poquito más”. Además de que un estado de euforia no es sostenible durante mucho rato. Luego de unos minutos el efecto se pierde.
Una canción efectiva, debe causar la sensación de querer escucharla nuevamente y para eso regular su duración es fundamental. Si nos pasamos de la duración ideal, podremos lograr lo contrario.
Existe una banda que logra con canciones largas, dejarnos también la sensación de querer repetir la experiencia. Me refiero a Pink Floyd, pero el objetivo de sus canciones, a pesar de también ser emotivamente intensas, es otro. Este sensacional grupo que tantos admiramos, se caracteriza por generar atmósferas en sus canciones que nos trasportan de un lado a otro incluso dentro de la misma canción. Sus canciones están lejos de querer causarnos euforia durante 2 minutos. Por el contrario, nos conducen por un viaje psicodélico que es muy disfrutable y es de reconocer que lo hacen perfectamente bien.
Hay muchas maneras de hacer canciones y para cada caso hay que sacar el mayor provecho de los recursos que estén implicados.
Si tus canciones hablan pero no dicen nada, cuida muy bien la fonética. Si tus canciones cuentan historias, ten mucho cuidado con el contenido y el no irte de contexto.
Si haces canciones emotivamente intensas, debes ser un experto en crear melodías.
Seguiré profundizando acerca de los aspectos formales de una canción, pero en la próxima publicación voy a abordar el tema de la creatividad y la inspiración. Este es el punto de partida, por lo tanto no debemos pasarlo por alto y darle el lugar merecido.
Resumiendo: una canción es una pieza musical que contiene una letra para que pueda cantarse y dura un promedio de 3 minutos.
He elegido para compartir, un video que vi hace unos días y que me resultó muy interesante. Se trata de un programa de TV en donde Fito Páez fue invitado a hablar acerca de la composición de canciones. Cuenta acerca del origen de las canciones y hablando de sus propias experiencias, nos dice muchísimo. Está excelente, no te lo pierdas.
http://www.youtube.com/watch?v=NG8h_5Mg_hk